Existen muchas formas brillantes de sacarle el máximo partido a los pequeños espacios de nuestro jardín: la clave está plantar verticalmente para crear jardines verticales.
«No hace falta invertir una gran cantidad de dinero en complejos aparatos y sistemas de jardinería cuando se trata de montar un jardín vertical. Algunos de los espacios verdes más increíbles son los que se han construido a partir de materiales reciclados diversos, con los cuales podemos dar con apenas salir a pasear por el barrio. Sólo es cuestión de saber buscar.
Los pallets y los ‘bolsillos’ son ideales para el cultivo de diferentes tipos de verduras (lechugas, espinacas, coles, etc.), de hierbas y de flores comestibles. La clave está en acogerlos en lugares muy soleados como un costado del edificio, junto a una valla o en la parte del balcón o patio donde llegue más luz, maximizando así tanto el espacio como el rendimiento. Los pallets son ideales para ello porque se pueden dividir en compartimentos diferentes para distintas especies de plantas, y además son lo suficientemente resistentes como para resistir fuertes vientos y tormentas.
También se puede hacer crecer una gran cantidad de alimentos en tuberías o canaletas colgadas. Tan solo hace falta hacer algunos agujeros en la parte inferior de cada sección para conseguir el drenaje adecuado y añadir tierra rica en compost. Eso sí, hay que asegurarse de que los vegetales plantados no requieren una gran cantidad de espacio para sus raíces por lo que, en este caso, lo mejor es plantar lechugas o hierbas en lugar de hortalizas.
Otra opción es crear una plantación con botellas colgadas. Pueden ser botellas de agua usadas, latas de aluminio perforadas para el correcto drenaje, etc. Lo más importante es dejar espacio suficiente tanto arriba como abajo del contenedor colgante para que todas las plantas reciban la luz adecuada. De esta manera, se puede crear todo un mosaico de plantas y de alimentos tan alto como se le permita llegar a ser.»
