Ecumenopolis es una palabra inventada en 1967 por el urbanista griego Constantinos Doxiadis para representar la idea que, en el futuro, las áreas urbanas y las megalópolis se fundirían eventualmente an una ciudad única de extensión ilimitada y escala mundial como consecuencia del progreso de las tendencias de crecimiento de la población y necesidad consecuente de urbanización.
La transformación neoliberal que se extendió por toda la economía mundial durante los años 80, y junto a ella el proceso de globalización, han traido consigo una profunda transformación de las ciudades de todo el mundo. Para esta nueva estructura económica basada en las finanzas, el terreno urbano se convirtió en una herramienta para la acumulación del capital, lo cual ha tenido efectos profundos en las principales ciudades de países en desarrollo. En Estanbul, que ya tenía carecía de tradición en el planeamiento regulado, los políticos locales adoptaron ciegamente la aproximación neoliberal que antepuso el beneficio económico a las necesidades de las personas; todos lucharon por un trozo del pastel; y el resultado es un megasuburbio de 15 millones de personas luchando contra un conjunto de problemas potencialmente mortales.
Los límites ecológicos se han sobrepasado. Los límites económicos se han sobrepasado. Los límites de población se han sobrepasado. La cohesión social se ha perdido. Aquí tenemos una estampa del urbanismo neoliberal: Ecumenopolis.
Ecumenopolis tiene como objetivo una aproximación holística a Estanbul, cuestionando no sólo la transformación sino también las dinámicas tras esta. Desde barriadas demolidas hasta la cumbre de rascacielos, desde las profundidades del Marmaray hasta las carreteras alternativas del tercer puente, desde inversores inmobiliarios hasta la oposición urbana, la película nos llevará a través de un largo viaje en esta ciudad sin límites. Contará con intervenciones de expertos, académicos, escritores, inversores y líderes locales.
Sin duda, es un documental que pone nombres y apellidos a los grandes agentes que transforman nuestras ciudades mostrando, en paralelo, los efectos devastadores que estas decisiones tienen sobre el medio ambiente, social y cultural de nuestros entornos. No nos sorprende que el futuro que plantea sea completamente insostenible.
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