La instalación aprovecha la cubierta existente de una antigua fábrica de cerveza para colgar de ella una enorme nube de cuerdas blancas. Así, el proyecto fomenta el uso lúdico y compartido del espacio público en el que se ubica. La variación en la longitud de las cuerdas genera un juego de llenos y vacíos que posibilita distintos modos de usar y experimentar el espacio.
“Niñas y niños adultos revivieron su Tarzán interior cuando la instalación ‘The Rope Show’, con 3.500 cuerdas suspendidas de una cubierta gigante, se inauguró en la zona de la antigua cervecería Carlsberg en Copenhague (Dinamarca) [en] diciembre de 2010. Este proyecto es el tercero en el que Carlsberg experimenta con instalaciones temporales, enfocadas a atraer ciudadanos de Copenhague hacia el espacio público existente entre los antiguos edificios de la cervecería.”
«El objetivo del proyecto era utilizar una cubierta existente para crear experiencias activas y espacios íntimos sin estropear la cualidad singular del gran espacio público existente. Este enfoque responde a una estrategia global dirigida a construir en base al carácter y cualidades de Carlsberg existentes, y reforzarlos a partir de instalaciones urbanas temporales.”
«Los espacios íntimos y lúdicos se crean a través de un concepto simple basado en colgar alrededor de 3.500 cuerdas blancas pesadas con borde naranja desde la estructura del techo. Las cuerdas cuelgan cercanas, con aproximadamente medio metro entre ellas, y producen a la vez un contorno exterior claro y un laberinto interior en el que uno puede perderse.»
«La densa jungla de cuerdas se despeja en algunos puntos, ya que las cuerdas se cortan a determinadas alturas con el fin de formar espacios abovedados de diferentes tamaños, los cuales pueden utilizarse como lugares de reunión y para diversos eventos. Del mismo modo, hay un camino peatonal y ciclista que atraviesa la instalación.”
«La construcción se encuentra en cierto sentido invertida, ya que tanto los refuerzos de la cubierta como los puntos de suspensión de las cuerdas están situados en la parte superior, permitiendo que la estructura tenga un contacto mínimo con el suelo en lugar de situarse de pie sobre una base sólida. La suspensión convierte a la gravedad en una fuerza dinámica, lo que ayuda a mantener las cuerdas en un movimiento casi constante. Una ligera brisa es suficiente para generar un remolino a través de las cuerdas y hacer que toda la estructura parezca inestable. Esto puede experimentarse como el estado de ingravidez de un grupo de algas balanceándose en una corriente.”
«Cuando los transeúntes se columpian en las cuerdas consiguen una experiencia sensual al moverse en tres dimensiones en un espacio extraordinario. Esta selva urbana es un ejemplo de espacio urbano distintivo que no queda reducido a un programa funcional estricto, sino que está abierto a ser utilizado y experimentado por el público de formas misteriosas».